“No esperes la motivación externa; sé tú la fuente de tu propio estímulo matutino.”

No esperes la motivación externa; sé tú la fuente de tu propio estímulo matutino. A menudo buscamos fuera de nosotros mismos ese empujón necesario para comenzar, pero la verdad es que el poder reside en tu interior.

El estímulo matutino no tiene por qué venir de un discurso inspirador o de un café especialmente fuerte. Puede ser la simple decisión de tomar una respiración profunda y afirmar tu intención para el día, o el recuerdo del propósito que te mueve.

Conviértete en tu propio animador, en tu propio motor. Alimenta esa llama interna con autoconciencia y autocompasión, y descubrirás que tienes todo lo que necesitas para iniciar tu día con la fuerza y la claridad que deseas.