“Tu espíritu es un faro en la noche de la duda.”

Cuando la incertidumbre acecha, recuerda la luz inextinguible que reside en tu interior. Esa inspiración es tu guía y tu impulso fundamental.

Piensa en un marinero perdido en la neblina. El faro no disipa la niebla, pero proporciona un punto de referencia constante, un ánimo para seguir navegando. Tu espíritu es ese faro.

Permite que tu convicción sea la fuente de tu energía. Aun en la oscuridad, esa luz interior es un poderoso estímulo para mantener el rumbo.