“Despierta el león interior; su rugido será tu más potente estímulo.”

Dentro de ti reside una fuerza indomable, una valentía latente. Permite que ese instinto primario despierte y te guíe con su arrojo.

Es la metáfora de un guerrero antiguo que, antes de la batalla, invoca a las deidades de la fuerza. Tu fuerza interior es tu deidad; deja que su rugido te llene de poder para enfrentar cualquier adversidad del día.