“Que cada paso de hoy sea un eco de tu potencial, no el reflejo de ayer.”

En lugar de permitir que las experiencias pasadas nos definan o nos limiten, esta frase nos anima a visualizar cada nuevo día como una oportunidad para manifestar la plenitud de nuestras capacidades.

Piensa en ello como un bailarín que, tras una actuación, no se detiene a contemplar los aplausos o los errores, sino que se enfoca en la siguiente coreografía, infundiendo en ella nueva energía y maestría.

El aliento para avanzar proviene de honrar nuestro potencial presente, reconociendo que cada instante es una puerta abierta a la mejora y la auto-superación.