“Deja que tu vitalidad sea la tinta con la que escribes tu jornada.”
No permitas que tu día sea un borrador en blanco. Llena cada página con la vitalidad desbordante de tu ser, creando una narrativa épica de logros y experiencias.
Piensa en un escritor que utiliza su mejor pluma para plasmar sus ideas. Tú tienes una reserva infinita de vitalidad. Úsala para escribir tu historia diaria con fuerza, color y convicción.