“Siembra hoy la semilla de tu mañana próspero.”
Cada acción, por pequeña que parezca, es una semilla que plantamos en el jardín de nuestro futuro. El cuidado, la constancia y la fe en el proceso son el abono que permitirá que esas semillas germinen y florezcan.
Considera un alfarero trabajando el barro. No ve la vasija terminada al principio, solo una masa informe. Con cada toque, cada moldeado, va dando forma a su visión. Tu presente es ese barro; tus acciones, las manos que lo esculpen hacia la belleza de tu futuro deseado.