“La autodisciplina no es restricción, sino el arte de liberarte para alcanzar tus sueños.”

A menudo confundimos la disciplina con la privación. Sin embargo, es el autocontrol consciente lo que nos permite tomar las riendas de nuestro destino.

Imagina que tus deseos son caballos salvajes. La autodisciplina no los encadena, sino que les pone un freno y una brida para guiarlos en la dirección correcta, hacia un objetivo definido.

Este aliento diario para ser disciplinado te libera de las cadenas de la procrastinación y la autocomplacencia. Es la fuerza que te impulsa a hacer lo que debes hacer, cuando debes hacerlo.