“El universo conspira a favor de la persistencia, no de la perfección inalcanzable.”

Las grandes hazañas no nacen de la ausencia de errores, sino de la tenacidad para continuar a pesar de ellos. La búsqueda de la perfección absoluta puede ser un lastre para el progreso.

Considera la evolución de las civilizaciones. No se construyeron de la noche a la mañana ni sin tropiezos. Fueron la resiliencia y la voluntad de seguir adelante, una y otra vez, lo que forjó su legado.

Tu impulso diario debe estar cimentado en la perseverancia. Cada intento, incluso si no es perfecto, te acerca un paso más a tu meta. La constancia es la verdadera magia.