“Atrévete a ser la tormenta y también la calma que le sigue.”

En la vida, experimentamos ambas caras de la moneda. La motivación diaria consiste en aceptar y navegar por estas dualidades. Tu impulso está en ser valiente ante la adversidad y sereno en la recuperación.

No temas la intensidad de tus emociones o de tus acciones. El ánimo se encuentra en la capacidad de ser una fuerza imparable cuando es necesario y un remanso de paz cuando se requiere reflexión. Encuentra la energía en ambos estados.