“La chispa de la genialidad no reside en la ausencia de dudas, sino en la audacia de encender tu propia antorcha en la penumbra de la incertidumbre.”

La motivación a menudo se ve empañada por el miedo a no ser lo suficientemente bueno o por la inseguridad que generan las situaciones desconocidas. Sin embargo, esta frase nos ofrece un poderoso aliento: la valentía de actuar a pesar de la duda es el verdadero motor del logro.

Piensa en los grandes inventores o exploradores. No se sentaron a esperar que la solución apareciera mágicamente. En la oscuridad de lo desconocido, con la duda como compañera, encontraron la valentía para encender una chispa, una idea, y a partir de ella, iluminar el camino. Esa chispa se convierte en una energía contagiosa.

Este estímulo nos invita a abrazar la vulnerabilidad, a reconocer que la incertidumbre es parte del viaje, y a encontrar el impulso necesario en la propia acción, en la decisión de dar ese primer paso, incluso si el destino final aún no está completamente claro.