“No temas al fracaso; es solo el maestro que te enseña el siguiente paso.”
Cada tropiezo es una lección valiosa, un maestro disfrazado. Aprende de tus errores, levántate con nueva sabiduría. Es como un escalador que, al resbalar, aprende mejor dónde colocar el pie la próxima vez. Este ánimo te impulsa a intentarlo de nuevo, más fuerte y más sabio.