“Ancla tu propósito y deja que el viento te impulse.”

Tener un propósito claro es como anclar un barco en medio de la inmensidad, dándole estabilidad. La motivación diaria es anclar nuestro propósito y luego permitir que la energía del día nos impulse, navegando con dirección.

Visualiza un barco con su ancla firme en el lecho marino, pero con sus velas henchidas por la brisa. Esa es la combinación de solidez y movimiento. Es un aliento constante que nos recuerda la importancia de tener un norte y la voluntad de avanzar hacia él.