“No busques la llama perfecta, enciende tu propia hoguera cada mañana.”

La perfección puede ser un obstáculo paralizante. Este mensaje te libera de esa carga, invitándote a asumir la responsabilidad de tu propia energía. La motivación diaria no es encontrar una fuente externa de calor, sino aprender a encender tu propia hoguera, a generar el impulso desde tu interior.

Piensa en un campamento bajo las estrellas. No siempre hay una hoguera preexistente. Eres tú quien recoge la leña, quien enciende la primera chispa y quien aviva las llamas. Esa persistencia en la creación de calor y luz es la esencia de la motivación diaria. Es un recordatorio de tu capacidad para generar tu propio aliento.