“El desánimo es solo una señal de alto temporal; la gasolina para seguir es tu voluntad inquebrantable.”

Hay días en que la motivación parece agotarse, pero es en esos momentos cuando tu determinación interna se pone a prueba. No es la falta de combustible, sino la decisión de seguir buscando hasta encontrarlo.

Imagina tu viaje como una expedición. Si el vehículo se queda sin combustible, el explorador no abandona; busca una fuente de energía, la crea o la improvisa. Esa capacidad de improvisar tu propio ánimo es tu mayor recurso.

Reconoce el desánimo como un aviso, no como una sentencia. Recarga tus baterías con el pensamiento de tus objetivos y la fuerza de tu propósito. Tu voluntad es la reserva infinita que te mantiene en marcha.