“Que cada desafío sea un escalón, no una barrera.”

En el ascenso de nuestras aspiraciones, encontraremos obstáculos. La forma en que los percibimos determina si se convierten en muros infranqueables o en peldaños que nos impulsan hacia arriba.

Considera las dificultades como oportunidades camufladas para fortalecerte. El estímulo que recibes al superar un reto es incomparable. Cada problema resuelto te dota de nuevas herramientas y una mayor confianza. No te detengas a lamentar la subida; úsala como un escalón más para alcanzar la cumbre de tus aspiraciones.