“El eco de tu coraje será el himno que impulse tus mañanas.”

El coraje no es la ausencia de miedo, sino la acción a pesar de él. Es el motor que te saca de la complacencia.

Cada vez que eliges actuar a pesar de la incertidumbre o la aprensión, estás sembrando coraje. Este se convierte en un impulso poderoso que te acompaña, un recordatorio de tu fortaleza interior que resuena en cada nuevo día.

Piensa en el primer paso que da un excursionista al comenzar una ardua ascensión. Hay un momento de duda, pero luego el coraje toma el relevo. Ese coraje, una vez iniciado, se convierte en un estímulo que te impulsa hacia la cima.