“No esperes a que la inspiración llame a tu puerta; sal tú a su encuentro con la determinación de quien busca un tesoro escondido.”

La motivación diaria no es un regalo pasivo, sino una búsqueda activa. Es el ímpetu que nos mueve a la acción, incluso antes de sentirnos completamente inspirados.

Piensa en los buscadores de oro, arriesgándolo todo por la promesa de riqueza. Tú tienes tu propio tesoro que descubrir: el éxito, la realización. No te quedes esperando la señal. Levántate, equivócate, aprende y sigue buscando. La inspiración se manifestará en tu camino, pero debes ser tú quien recorra ese sendero.