
“La constancia es el río que esculpe el paisaje de tus sueños.”
No subestimes el poder del goteo persistente. La constancia no es una explosión de energía, sino un torrente subterráneo que, con el tiempo, socava las montañas de la duda y da forma a tus anhelos más profundos.
Imagina la paciencia del artesano frente a la piedra bruta; cada golpe, aunque minúsculo, contribuye a revelar la obra maestra oculta. Ese aliento continuo, ese impulso sostenido, es la verdadera ingeniería de la vida.