
“Que la fuerza de tu primer aliento sea el catalizador de tu día más prometedor.”
El simple acto de respirar al despertar lleva consigo un potencial inmenso. Úsalo como el detonante que inicia una cadena de eventos positivos y productivos, un estímulo para hacer que este día sea excepcional.
Piensa en un catalizador químico: una pequeña cantidad que inicia una reacción mucho mayor. Tu primer aliento, tu primera chispa de motivación, puede ser ese catalizador, desatando toda la energía y la productividad que tu día puede ofrecer.