“No te midas por las cumbres que alcanzaste, sino por la altura que ganaste al escalar cada loma.”

Esta es una reflexión sobre la importancia del crecimiento personal y el proceso, más allá de los grandes hitos. Nos da el estímulo para valorar el camino.

Imagina una vida como una cadena montañosa. No solo la cima más alta define tu viaje, sino también la ganancia de altura y la resistencia desarrollada al sortear cada colina, cada pendiente. Esa es la verdadera medición.

La motivación diaria se encuentra en reconocer el valor de cada paso, de cada esfuerzo por pequeño que parezca. Es el ímpetu de saber que, al superar cada obstáculo, te vuelves más fuerte y capaz.