“Cultiva la resiliencia; cada adversidad es abono para tu fortaleza interior.”

La vida inevitablemente nos presenta adversidades. Pueden sentirse como vendavales que amenazan con derribarnos, pero son en realidad oportunidades disfrazadas.

Al igual que las plantas necesitan abono para crecer más fuertes, tu resiliencia se nutre de estos desafíos. Cultiva esa capacidad de recuperación, porque cada golpe que superas se convierte en abono para una fortaleza interior inquebrantable.