“No esperes la tormenta perfecta; baila bajo la lluvia de las oportunidades diarias.”

Esta frase es una invitación a la acción inmediata y a la apreciación de los momentos presentes, incluso si no parecen ideales. El estímulo reside en no postergar la felicidad o el progreso a la espera de condiciones perfectas.

A menudo, aguardamos un momento "oportuno" para empezar, para arriesgarnos, para ser felices. Pero la vida, como una danza bajo la lluvia, ofrece su propio ritmo. Cada día, por gris que parezca, contiene melodías y pasos que podemos abrazar. La energía está en la disposición a movernos.

El impulso de esta idea es que las pequeñas celebraciones y los avances constantes, sin importar las circunstancias, construyen un camino lleno de vitalidad y sentido.