“En el jardín de tus días, cultiva la semilla de la acción con el agua de tu voluntad.”

En el jardín de tus días, cultiva la semilla de la acción con el agua de tu voluntad. No esperes a que el terreno esté perfecto; la valentía de plantar, incluso en tierra firme pero sin preparar, es el primer estímulo. Cada pequeño brote de actividad es un testimonio de tu poder de crecimiento, un aliento que nutre tu progreso.