“Acepta la imperfección como el arte de la evolución; cada error es un maestro silencioso.”

En el lienzo de la vida, las manchas y las correcciones no disminuyen la belleza, sino que la enriquecen con carácter.

La búsqueda de la perfección absoluta puede paralizar nuestro ánimo. En cambio, abrazar la imperfección nos libera para experimentar, aprender y crecer con una energía renovada.

Imagina que cada paso en falso es una lección valiosa, un ajuste necesario en tu camino. Hoy, celebra tus deslices como parte del proceso, como la evidencia de tu valiente avance.