“Cultiva la serenidad para que tu energía vital fluya sin obstáculos.”

La motivación no siempre se trata de esfuerzo frenético, sino de un flujo constante de energía. Cultivar la serenidad nos permite alinear nuestra mente y cuerpo, permitiendo que nuestro impulso vital se manifieste de manera natural y poderosa. El ánimo se fortalece cuando encontramos la calma en medio del torbellino.

Imagina un río que fluye pacíficamente hacia el mar, sin resistencia. Tu serenidad es ese río.