
“El alba interior ilumina el sendero de tus mañanas.”
Cada día es un lienzo en blanco, esperando que pintes tu existencia con los colores de tu ánimo. La motivación diaria no es una fuerza externa, sino una chispa que surge desde nuestro propio ser, como el primer rayo de sol que disipa la oscuridad de la noche. Es el impulso que nos mueve a levantarnos con propósito.
Imagina esa chispa como una pequeña llama dentro de ti, que al alimentarla con pensamientos positivos y metas claras, se convierte en un faro que guía cada uno de tus pasos. No esperes que el mundo te dé la energía; enciéndela tú mismo y deja que su calor te inspire a conquistar lo que te propongas.