“Sé el <em>impulso</em> que deseas ver en tu jornada; tu acción es la semilla.”

No esperes a que otros te motiven; sé tú quien genere ese impulso. Tu propia acción es la semilla que plantas para cosechar el progreso. Cada pequeño acto de iniciativa es un paso adelante, nutriendo el camino hacia tus objetivos.

Este estímulo generador te pone en control. Cultiva tus propios momentos de motivación, sabiendo que cada esfuerzo es un paso más cerca de tu meta. Sé la fuente de tu propia inspiración.