“Tu resiliencia es un músculo: cuanto más lo ejercitas, más fuerte se vuelve.”

Los desafíos son los gimnasios de nuestra fortaleza interior. Este impulso te anima a perseverar.

Cada vez que te levantas después de una caída, cada vez que superas una adversidad, estás fortaleciendo tu capacidad de adaptación y tu resistencia mental. No temas a las pruebas, sino úsalas como entrenamiento.

La motivación diaria se ve reforzada por el conocimiento de tu propia fortaleza ganada a pulso.