“El rugir de tu propósito es el motor que impulsa tu día.”

Imagina que tu propósito de vida es un gran motor, silencioso pero inmensamente poderoso. Hoy, decide encenderlo, dejar que su rugir se escuche no solo en tu interior, sino que también te impulse a la acción. Ese rugido es la señal más clara de que estás vivo, de que tienes una dirección y la fuerza para alcanzarla.