
“Tu resiliencia es la armadura invisible que forjas cada día.”
La vida, como un río caudaloso, a veces presenta rápidos y remolinos. Pero tu capacidad para adaptarte, para levantarte tras cada caída, es una armadura formidable. Cada desafío superado no solo te fortalece, sino que te equipa con una nueva capa de determinación, un escudo que te hace más invencible.