“No esperes la tormenta perfecta; baila bajo la llovizna de la oportunidad diaria.”

A menudo, esperamos un evento monumental, una señal inequívoca, para sentirnos motivados. Pero la verdadera fuerza reside en reconocer y aprovechar las pequeñas oportunidades que se presentan cada día, como la llovizna que nutre la tierra. La motivación se encuentra en la acción constante, en la celebración de los pequeños avances, en la danza persistente hacia tus metas.