“Tu fortaleza interior es el sol que disipa las nubes de la duda.”

Este pensamiento nos recuerda que la fuente de nuestra motivación reside en nuestro propio interior. No necesitamos buscar aplausos externos o validaciones ajenas; la luz que nos guía y el calor que nos impulsa emanan de nosotros mismos.

Piensa en tu resiliencia como una semilla que, al ser regada con autoestima y perseverancia, germina y florece, creando un jardín de confianza que eclipsa cualquier sombra de inseguridad. Es un recordatorio íntimo de nuestro poder intrínseco.