
“Que cada instante sea un trampolín hacia tu próxima cumbre.”
No veas los momentos, sean arduos o gratificantes, como puntos finales, sino como escalones. Cada experiencia te prepara para el ascenso.
Considera cada día como un peldaño en la escalera que lleva a tus más altas aspiraciones. El impulso para seguir subiendo es la lección aprendida en el peldaño anterior y la visión clara de la cima.
Este ánimo te recuerda que la verdadera recompensa está en el viaje ascendente, en la perseverancia que te impulsa a conquistar nuevas alturas.