“El eco de tus pasos es la música de tu progreso.”

No subestimes el poder de cada movimiento, por pequeño que sea. El camino se recorre paso a paso, y cada pisada, resonando con determinación, es una nota en la sinfonía de tu avance. El aliento que necesitas está en la constancia.

Imagina un tambor que marca un ritmo constante, cada golpe alentando al siguiente. Así son tus acciones diarias; conforman la melodía que te impulsa hacia adelante. Escucha atentamente ese eco: es la vibración de tu energía avanzando.