“Sé la fuente misma de tu propio caudal de ánimo.”

No busques afuera lo que ya posees en abundancia. Tu inspiración más potente emana de tu propio pozo interno de energía.

Considera tu ser como un manantial. El impulso diario se trata de mantener ese manantial cristalino y fluyendo, sin depender de las lluvias externas. Cada día te ofrece la oportunidad de nutrirlo.

Cultiva esa vitalidad interior. Celebra tus pequeños triunfos, aprende de tus desafíos y recuerda que el aliento más genuino es aquel que te das a ti mismo.