“Forja tu determinación como un samurái; enfrenta cada día con respeto y fiereza.”

Esta metáfora nos transporta a la disciplina y el código de honor de los samuráis. La determinación se convierte en un arte marcial, donde cada día es un entrenamiento para perfeccionar nuestras habilidades y fortalecer nuestro carácter.

El "respeto" se dirige hacia la vida misma, hacia las oportunidades y hacia los desafíos que se presentan. La "fiereza" no es agresión, sino una energía intrínseca, una voluntad inquebrantable de dar lo mejor de nosotros. Es un estímulo para abordar cada jornada con un propósito claro y una actitud de maestría.