“Que tu espíritu sea brújula y tu empeño, el viento que impulse tu vela.”

Aquí se nos presenta una imagen marítima para ilustrar la importancia de la dirección y la acción. Tu espíritu, con sus valores y aspiraciones, actúa como la brújula que te marca el norte verdadero. Sin una dirección clara, incluso el viento más fuerte es inútil.

Sin embargo, la brújula por sí sola no te llevará a destino. Necesitas el empeño, la energía sostenida que funciona como el viento que hincha la vela y te impulsa hacia adelante. Es la combinación de saber a dónde vas y la fuerza para seguir navegando, superando calmas y tormentas, lo que define tu viaje.