“El presente es tu taller; crea con la maestría de quien sabe esperar su momento.”

Esta reflexión nos anima a ser artesanos del ahora, pero con la paciencia y la sabiduría de quien comprende que algunas obras requieren tiempo y dedicación para alcanzar su máxima expresión.

Piensa en un escultor trabajando con un bloque de mármol. No puede apresurar el proceso; cada golpe de cincel debe ser medido. El "taller" es el presente, y la "maestría" reside en la ejecución paciente y precisa.

La "energía" para el día debe canalizarse hacia acciones deliberadas. El impulso no siempre es la velocidad, sino la constancia y la calidad. Saber esperar el momento oportuno para ciertas acciones, mientras se avanza con otras, es una forma de inteligencia y fortaleza.