“Abraza la imperfección como el terreno fértil donde germina la verdadera innovación.”

El miedo a no ser perfecto puede ser un gran paralizador de la acción. Sin embargo, son los errores y los desvíos los que a menudo nos llevan a descubrimientos sorprendentes.

Permite que tu proceso sea un campo de experimentación. No temas equivocarte; considera cada desliz como una oportunidad de aprendizaje y un catalizador para pensar de manera diferente. La innovación nace de la valentía de explorar lo desconocido, incluso con la posibilidad de fallar.

Piensa en un científico en su laboratorio, probando innumerables combinaciones hasta dar con la fórmula correcta; el fracaso aparente es simplemente un paso más hacia el éxito.