“Enciende la chispa interna que transforma lo ordinario en extraordinario.”

Cada individuo posee una simiente de potencial, una chispa latente que, al ser nutrida, tiene el poder de elevar las experiencias cotidianas a un plano de maravilla. Esta chispa es el ánimo que buscamos, la energía que nos empuja a ir más allá de la rutina.

Imagina esa chispa como una pequeña llama que, con el cuidado adecuado, puede convertirse en un fuego consumidor. No necesitas grandes hazañas para empezar; a veces, un pequeño acto de valentía o un cambio de perspectiva es suficiente para avivarla.

Es el estímulo para encontrar la magia en lo mundano, para que cada tarea, por simple que parezca, se convierta en un portal hacia algo más significativo y luminoso.