“Transforma los tropiezos en trampolines hacia nuevas alturas.”

Los errores no son finales, sino invitaciones a aprender y a elevarte. Cada caída te ofrece la oportunidad de reevaluar tu postura y tomar un nuevo impulso con mayor sabiduría y determinación.

Piensa en cómo un resorte se comprime para luego liberarse con fuerza. Esos momentos de aparente retroceso son, en realidad, la energía que te propulsa hacia adelante con una potencia renovada.