“El primer pensamiento del día puede ser un peso o un impulso; elige que sea tu trampolín.”
Al despertar, la mente es un lienzo virgen. La motivación diaria radica en la elección consciente de cómo interpretamos ese primer pensamiento. Podemos permitir que se convierta en una carga o, mejor aún, que sea el trampolín que nos impulse hacia adelante, cargado de la energía necesaria para un gran día.
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- “Que tu voluntad sea el timón que guíe tu embarcación a través de las aguas de cada jornada.”
- “Que cada amanecer sea un lienzo esperando tu pincel de acción.”
- “El eco de tus esfuerzos resuena más allá de la fatiga.”
- “Despierta con la convicción de ser arquitecto de tu propio sol.”
- “Que tu brújula interna marque siempre el norte de tu pasión.”