“El fracaso es solo una lección disfrazada; recógele y sigue el camino con más sabiduría.”

Es un error temer al fracaso, pues en él residen algunas de las enseñanzas más valiosas. Cada error es una oportunidad para ajustar el rumbo, para comprender mejor lo que no funcionó y para volver a intentarlo con una estrategia renovada.

Imagina que estás aprendiendo a caminar. Te caes, pero te levantas, ajustas tu equilibrio y lo intentas de nuevo. Ese es el espíritu. Este estímulo te invita a despojarte del miedo al fracaso y a verlo como un escalón necesario en tu ascenso. Recoge la lección, intégrala y emprende tu camino con la confianza de quien ya ha transitado ese terreno.