“Despierta con el alba de tu potencial, el día es una lienzo virgen esperando tu pincelada de coraje.”

Esta frase nos invita a concebir cada nuevo día como una oportunidad nacida de la quietud y la promesa del amanecer. Es una invitación a reconocer el vasto universo de capacidades que residen en nuestro interior, aún sin desplegarse completamente. El alba, en su lentitud y majestuosidad, se convierte en un espejo de nuestro propio despertar, un momento para infundirnos el impulso vital que nos permita iniciar la jornada.

El coraje no es la ausencia de miedo, sino la decisión de avanzar a pesar de él. Al pensar en el día como un lienzo en blanco, somos nosotros los artistas. Cada pensamiento, cada acción, cada pequeño esfuerzo es una pincelada que va dando forma a nuestra realidad. El aliento que necesitamos para comenzar reside en la confianza de que, con valentía, podemos transformar la tela vacía en una obra maestra personal.