“Que tu aliento matutino sea el combustible para los fuegos de tu ambición.”

Cada mañana es una nueva página en el libro de nuestra existencia, y el primer aliento al despertar marca el inicio de esa lectura. Este aliento tiene el poder de encender la chispa que aviva nuestras metas más profundas.

Así como el aire alimenta las llamas, tu propósito diario debe nutrir tu ambición. No te conformes con ser una brasa tenue; sé un fuego que ilumina y calienta el camino hacia tus sueños.