“El eco de tu esfuerzo temprano resuena en las cumbres de tus mayores logros; sé el primer jardinero de tu destino.”

Imagina sembrar una semilla minúscula en la tierra. Al principio, es invisible, insignificante. Pero con tu cuidado diario, tu riego constante y tu paciencia, esa semilla germina, crece y eventualmente se convierte en un árbol frondoso. Tu esfuerzo matutino es esa semilla. Es la dedicación a las tareas que parecen pequeñas pero que, con el tiempo, construyen los cimientos de tus éxitos más notables. Sé tú quien siembre y cultive tu propio futuro.