“Erige tu espíritu como un faro en la noche; que tu luz sea el aliento para quienes navegan en la oscuridad.”

Aquí, nuestro "espíritu" se equipara a un "faro", una fuente de luz que guía en la penumbra. La "noche" simboliza los momentos de dificultad, confusión o soledad.

Se nos anima a ser una presencia luminosa, un "aliento" para otros que se encuentran perdidos. Al mantener nuestra propia "energía" positiva y nuestra fortaleza interior, podemos ofrecer esperanza y dirección a quienes luchan. Es un recordatorio de que nuestra propia motivación puede ser una fuerza inspiradora para el mundo.