“No esperes la tormenta perfecta para aprender a navegar; el oleaje de hoy es tu academia.”

Esta analogía subraya la importancia de aprender y mejorar en las circunstancias actuales, por imperfectas que sean. La motivación diaria se encuentra en aprovechar cada momento como una oportunidad de entrenamiento.

Piensa en un marinero aprendiendo el oficio. No espera a que el mar esté en calma absoluta. Usa el viento, las olas y las corrientes del momento para afinar sus habilidades y ganar experiencia. Tu vida es ese mar.

El aliento es para que no pospongas tu crecimiento por la ausencia de condiciones ideales. Cada día presenta su propio conjunto de "olas" que, si las abordas con la intención de aprender, te convertirán en un navegante experto de la vida.