
“El coraje para empezar es la semilla de tu grandeza.”
La motivación a menudo comienza con un simple acto de valentía: el coraje para dar el primer paso. Este acto, por pequeño que parezca, es la semilla de una eventual grandeza.
Piensa en ello como plantar una semilla. Inicialmente, solo es un pequeño grano en la tierra, pero con el cuidado y la dedicación adecuados, tiene el potencial de convertirse en un árbol robusto. Tu primer paso, tu primer intento, es esa semilla plantada con aliento.
Este impulso diario te anima a no temer al inicio, a entender que el progreso se construye sobre una serie de comienzos. Abraza el coraje de empezar, y observa cómo florece tu potencial.