“Que la fuerza de tu <strong>ánimo</strong> sea como un río caudaloso, nutriendo el paisaje de tu día con la vitalidad de tus aspiraciones.”

Piensa en tu motivación como un "río caudaloso". Su flujo constante y poderoso tiene la capacidad de transformar el paisaje que lo rodea.

Tu "ánimo" es esa fuerza motriz. Cuando es fuerte, "nutre el paisaje de tu día", dándole vida, color y propósito. Las "aspiraciones" son el agua que mantiene ese río lleno, alimentando su corriente.

Si tu río parece estancado, busca las fuentes de tus aspiraciones. Revisa tus sueños y renueva tu compromiso con ellos. Al hacerlo, reavivarás la energía necesaria para mantener tu impulso y hacer que tu día sea fértil y productivo.